Un sistema educativo que obvie el mundo del arte, ignora la historia mágica del hombre

Francisca Fe Montoya

Alba Rodríguez

Francisca Fe Montoya Hernández no concibe su vida sin el arte. Esta calasparreña residente en Zarandona (Murcia) compagina las dos pasiones de su vida, su trabajo como docente y la pintura. Francisca estudió Magisterio en la Universidad de Murcia. Consiguió el Premio extraordinario fin de carrera, que le condujo a una plaza directa de maestra, facilitándole así dedicarse a la pintura en sus ratos libres. Poder pintar “desde la libertad absoluta” es para ella una de las claves en su vida.Ha expuesto sus obras en numerosas salas y ha ilustrado numerosos libros de Pascual García (su marido), Concha Miralles o José Cantabella.

¿Cuál es su principal motivación a la hora de crear?

—Yo creo que la inspiración no existe y que cualquier aspecto de la vida por muy nimio que sea tiene el poder de llenarnos lo suficiente como para enfrentarnos a una tela o a un papel con el propósito de construir un nuevo mundo. En ese sentido el pasado, la naturaleza, las relaciones humanas o el amor son suficientes motivaciones para no dejar de crear durante toda la vida. El resto consiste en una buena porción de entusiasmo y en disponer del tiempo suficiente.

¿Cómo es el proceso de creación de una obra? ¿Sigue algún ritual en sus creaciones?

—Una obra es producto de una conmoción íntima y no se puede prever ni el momento ni el lugar. Tal vez lo único que depende de nosotros es la voluntad de ponernos delante del cuadro todos los días si es posible. Los rituales están fuera del ámbito de la creación, unificar los pasos para llegar a la meta, desde mi punto de vista es un error porque acabas con la frescura y espontaneidad de la misma.

¿Qué técnicas predominan en sus obras? ¿Se atreve con todo?

—La técnica está siempre al servicio del arte, por tanto, será la obra la que te demande la que has de seleccionar en cada momento. En mi caso, he utilizado el óleo, acrílico, tintas, linóleo, collage, acuarela, litografía, carboncillo, rotuladores, pintura plástica, etc.

¿Cuáles son sus mayores influencias artísticas?

—Mis influencias artísticas indudablemente son todos los pintores que me han precedido, de cada uno de ellos una vez que se les conoce siempre queda un poso. Pero si hay que hablar de mis dioses, tengo que citar a Velázquez, Goya, Tápies, Ramón Gaya, El Bosco, Klee, Van Gogh….

¿Qué movimiento artístico le hubiera gustado vivir desde dentro?

—Más que un movimiento concreto, me habría gustado vivir la época de las vanguardias, en las primeras décadas del siglo XX, porque supuso toda una revolución pictórica en concepción y en técnica, así como una etapa convulsa, de grandes cambios, en los que me hubiese encantado participar.

¿Qué aspiraciones artísticas tiene?

—Me gustaría pintar buenos cuadros, que fuesen entendidos por un grupo determinado de personas, y merecer el respeto de los que aman el arte.

¿Cree que mujer y hombre se expresan de forma artística distinta?

—Indiscutiblemente sí, porque su naturaleza es distinta. Pero la calidad no tiene sexo. Y una obra de arte debe ser sentida al margen del sexo de quien la haya creado. De lo contrario, no es arte.

¿Qué sintió la primera vez que expuso sus obras en público?

 Cada vez que se muestra una obra se siente mucho pudor, no tanto por lo que la gente opine, sino porque muestras tu intimidad.

—Parte de su vida artística la ha centrado en la ilustración de libros. ¿La ilustración es una prolongación del texto o hay una intencionalidad distinta por parte del artista?

—La ilustración siempre tiene que hacer referencia al texto que acompaña. Su objetivo es precisamente «iluminar», como en la Edad Media, un texto con el fin de que llegue al lector con una mayor fuerza.

—Cómo docente, ¿cree que se potencia suficiente la cultura artística en las aulas?

El tiempo que se dedica a la Educación Plástica y que incluye la Educación Musical esescaso, solo dos sesiones de una hora a la semana. Incluir en una hora el conocimientosobre técnicas, historia del arte y capacitar al alumno para expresarse en este campo esmuy complicado. Ahora bien, un sistema educativo que obvie el mundo del arte es unsistema educativo deficiente, porque ignora el universo del espíritu y la historia mágicadel hombre desde las Cuevas de Altamira.

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